La NASA acaba de comunicar que invertirá 200 millones de dólares en crear el nuevo robot espacial que tiene previsto enviar a la Luna en 2023. El robot se llama Viper y forma parte del programa espacial Artemis de la NASA. La empresa de robótica espacial encargada de desarrollar el rover explorador se llama Astrobotics, un socio con sede en Pensilvania que ha construido más de 30 equipos robotizados para la NASA.
El robot será enviado a la Luna mediante el módulo de aterrizaje Griffin y se encargará de realizar investigaciones científicas y explorar durante algo más de 3 meses diversos cráteres del Polo Sur. En ellos se espera poder localizar hielo ya que nunca les ha dado la luz solar y las temperaturas existentes son realmente bajas.
El encontrar los primeros hielo es para las agencias espaciales internacionales una carrera, puesto que, encontrar concentraciones lo suficientemente grandes como para que permita a los humanos instalar una base permanente. En la actualizad son bastantes los proyectos espaciales que se están investigando. Cabe resaltar el robot espacial Jaguar-I que México está desarrollando y por supuesto no debemos de olvidar el programa CLEP del gobierno chino. Este último es un proyecto venerado por la comunidad científica dado los importantes descubrimientos que ha logrado hasta la fecha en la Luna.
Prácticamente todos los proyectos espaciales que en la actualidad se están llevando a cabo tienen el mismo objetivo; realizar operaciones de exploración del terreno y recoger muestras geológicas en el planeta oscuro. El tiempo apremia y aún se tiene que avanzar en el conocimiento de la formación del astro y de la creación de la base para que se pueda efectuar la gran meta espacial para los siguientes años, que no es otro que los humanos seamos capaces de pisar el planeta Marte sobre el 2040.
Todas las informaciones apuntan a que hay una nueva carrera por volver y viajar a Marte. ¿Ego o intereses ocultos? Quién sabe, lo más seguro es que sea una mezcla de los dos factores.
Debemos de recordar que si hace 60 años hubo las dos potencias mundiales como son Unión Soviética y los Estados Unidos que compitieron entre sí por alcanzar el planeta lunar, ahora son las grandes corporaciones dedicadas a la tecnología los que tienen la capacidad económica para poder repetir dicha gesta.
Quien ahora se ha propuesto llevar a cabo este proyecto es
Jeff Brezos, el fundador de Amazon, que en la actualidad es la persona más rica
del mundo con una fortuna acumulada que en 2018 superaba los 112.000 millones
de dólares.
Ahora su sueño es llegar a la luna en el 2024. Al contrario
que en la misión del Apolo 11, su objetivo será proyectos científicos cómo
implantar un programa con el que construir una base duradera en la Luna. Para
desarrollar el programa, el multimillonario ha enseñado a los medios la maqueta
de Blue Moon, que es una nave especial de transporte que ha diseñado la empresa
Blue Origin, que fue creada en el 2000 por el propio Jeff Bezos.
El proyecto Blue Origin cuenta con la colaboración de la
Nasa. Los progresos que se están llevando a cabo en tecnologías como la
Inteligencia Artificial sin duda ayudarán a que los desarrolladores tengan a su
disposición de programas mucho más avanzados de los que tuvieron el equipo del
Apolo 11.
No es un secreto de que todavía quedan diversos ensayos por realizar, pero por el énfasis que ha evidenciado Jeff Bezos en su presentación, más pronto que tarde la humanidad volverá a dar un gran paso.
¿Cómo funciona Blue Moon, la nave espacial?
La nave creada por Blue Origin una nave espacial robótica totalmente autónoma, aunque lo suyo sería identificarla como una nave de aterrizaje lunar. Diseñada para trasladar hasta 4 coches de exploración o robots espaciales, así como equipo de investigación y astronautas.
Destaca la particularidad de transportar un peso estimado de hasta seis toneladas y ha sido diseñada haciendo hincapié en poder hacer alunizajes más precisos en el polo sur de la luna. Debemos decir que es una nave que ofrece múltiples soluciones, ya que también dispondrá de la posibilidad de colocar satélites en la órbita lunar.
Hay que recordar que Amazon hizo sus primeras pruebas
aeroespaciales con el Cohete “New Shepard”, en donde empleó un sistema llamado
“LH2/LOX” que le permite aterrizar verticalmente en zonas inclinadas con un
porcentaje inferior al de 15 grados. Este sistema es el que utilizará Blue Moon
junto con el motor del módulo de aterrizaje de nombre “BE-7n”.
Blue Moon tiene un sistema de navegación llamado “Lidar
Flash”, el cual se guía siguiendo la ubicación de las estrellas y reconociendo
la superficie de la Luna.
¿Qué interesa tanto de la Luna como para volver otra vez?
Llegar a la Luna siempre ha sido un anhelo para los mortales, sí, pero también te permite obtener una posición estratégica de gran interés ante los demás países. Un dato a tener en cuenta es que la Luna tiene acumula unos depósitos de energía de gran interés económico. Tomémonos como una advertencia el mensaje del fundador de Amazon: “Nos estamos quedando sin energía en la Tierra. Es momento de regresar a la Luna, esta vez para quedarnos allí”.
El cráter Shackleton se sitúa en el hemisferio Sur de la
Luna. Es allí en donde tenemos la oportunidad de encontrar agua congelada, que
además de suministrar en el futuro a los humanos, nos ayudará a producir
hidrógeno, un combustible increíblemente valioso que suministrará a las naves
con las que se llevarán a cabo proyectos de reconocimiento espaciales
científicas al sistema solar.
Recordar que Jeff Bezos no es el primer magnate en revelar su intención de llegar a la Luna. Uno de ellos fue Elon Musk, el dueño de Tesla entre otras empresas, quien hizo público su proyecto de llegar a la Luna gracias a su ingeniería espacial SpaceX, la cual está participando con un proyecto Ruso. Los proyectos espaciales entre ambos multimillonarios prometen generar muchos titulares. Cuando se anunció el proyecto de Jeff Bezos, Elon Musk envió un mensaje en el que le dijo “Jeff, deja de molestar” acompañado de un giño.
Anteriormente el nombre SpaceX lo asociábamos con cohetes que explotaban en el cielo. Pero esos tiempos han quedado atrás, ya que en el 2019 esta compañía ha participado desde proyectos de nanorobots hasta programas para viajes espaciales de gran interés.
SpaceX ha sido la encargada de llevar a la Estación Espacial Internacional (ISS) una cantidad de provisiones, además de un grupo de ratones con modificaciones genéticas y un robot espacial llamado CIMON-2 encargado de realizar experimentos.
Esta
entrega se efectuó de manera exitosa el domingo 8 de diciembre de este año, sin
ningún tipo de incidentes. Cabe destacar que el robot CIMON-2 se trata del
sucesor del primer robot que ya estuvo previamente durante 14 meses en la
Estación Espacial Internacional.
Robots y ratones en la ISS
Airbus,
IBM y la agencia espacial alemana DLR fueron los encargados de desarrollar este
Crew Interactive MObile companioN. Se trata de un robot asistente que flota, al
igual que su modelo anterior, y ayuda a los astronautas en sus labores diarias,
respaldado con una tecnología basada en inteligencia artificial.
Por otro lado, los ratones
han sido bautizados con el nombre de Mighty
Mice. Poseen una peculiar cualidad: sus genes alterados mejoran su
crecimiento muscular.Estos ratones estarán sujetos a una sucesión de pruebas
durante un mes donde se evaluarán los efectos de la microgravedad en los
procesos de degeneración muscular y ósea.
Con la vista puesta en
futuras misiones espaciales de larga duración, los resultados de estas pruebas permitirán
comprender el proceso de degeneración muscular y ósea en los humanos y
averiguar cómo minimizar sus consecuencias.Es
importante señalar que todos estos elementos llegaron a la Estación Espacial
Internacional por cortesía de SpaceX, quienes hicieron entrega de la carga sin ningún
tipo de problema.
Ya está aquí el primer robot “Astrobee”, un
pequeño llamado Bumble que volará por sus propios modos en el espacio.
Este sistema de robot de vuelo libre se encargará de ayudar a probar nuevas tecnologías a los investigadores en gravedad cero, además de efectuar trabajos rutinarios junto a los astronautas de la Estación Espacial
Estos robots espaciales que operan por cuenta propia en el espacio podrían ser los futuros guardianes de la estación Gateway de la NASA y, además, desempeñar un papel muy importante en las misiones que se realicen en un futuro para la exploración de Marte y la Luna.
Funcionalidad de Bumble
El sistema de navegación del robot Astrobee fue puesto a prueba en los alrededores del laboratorio Kibo, para que se ajuste al nuevo entorno. La cámara utilizada por el sistema de navegación analiza los alrededores y los compara con un mapa del interior de la Estación Espacial Internacional.
Los robots Astrobee están preparados para moverse
en cualquier dirección y girar sobre cualquier eje en el espacio. En las
primeras pruebas de Bumble tuvo que realizar movimientos básicos como girar 45° a la
derecha o volar 30 cm hacia adelante.
A través de una serie de maniobras más complejas,
la NASA continuará probando la capacidad de movimiento de este robot, con la
finalidad de determinar el desarrollo y el manejo de Bumble en gravedad cero.
Características del Bumble
Este robot contiene un software integrado, herramientas
de soporte y un simulador.
Su software funciona en las tres computadoras
internas de placa única y utiliza el marco del sistema operativo robot (ROS) de
código abierto.
Este software realiza una localización que se
basa en la visión, proporciona navegación autónoma, acoplamiento, gestiona
varios sensores y admite la interacción del usuario a través de pantallas con
señalización luminosa y sonido.
El robot opera de múltiples maneras: ejecuta
tareas que se basan en un plan (secuencia de comandos), teleoperación o de
manera autónoma, por medio de la ejecución del código cargado.
Posee un repositorio que proporciona varias
utilidades, entre ellas una herramienta para la creación de mapas de
localización.
Bumble fue lanzado a la Estación Espacial en
abril junto con Honey, otro de los robots Astrobee. En julio se programó el
lanzamiento de un tercero, de nombre Queen.
Este tipo de robots, que desempeñan un papel muy importante en las misiones de la Agencia Espacial como, por ejemplo, el regreso a la Luna bajo el programa Artemis y otras misiones profundas en el espacio. Es de destacar, que la productividad de los astronautas aumentará y también ayudará al mantenimiento de las naves espaciales cuando los astronautas no se encuentren a bordo.
Clearspace es el nombre de un curioso aparato que ha sido desarrollado por una startup suiza. La ESA (siglas en inglés para la Agencia Espacial Europea) ha decidido contratar a este robot barrendero para que se encargue de recoger la basura espacial que orbita alrededor de nuestro querido planeta Tierra. El proyecto está valorado en 117 millones de euros y tiene previsto que comience a principios del próximo año.
Se trata de un robot espacial de cuatro brazos que se encargará de recoger los fragmentos de basura que orbiten por el espacio y que posteriormente se trasladarán a la atmósfera terrestre para ser eliminados.
Según la Agencia Espacial
Europea, alrededor de la Tierra existen alrededor de 34.000 objetos con un
tamaño mayor a 10 cm de longitud que se han desprendido de antiguos satélites y
que continúan flotando en el espacio. La mayoría de esta basura no puede
detectarse desde la Tierra, pero esta basura flotante es un serio problema para
la navegación espacial.
Clearspace: el fin de la
basura espacial
Con la recolección de esta
basura, se puede poner punto final a uno de los más grandes problemas que se
originan en el espacio. Y es que, según datos de la NASA, más de 500.000 piezas
de basura se encuentran atascadas muy cerca de la órbita terrestre. Como es de
entender, esta situación supone un gran riesgo para satélites y naves que
pueden colisionar con esos restos flotantes. Las consecuencias de ese impacto
serían fatales, ya que esta basura viaja a una velocidad aproximada a los 28
mil km/h.
Existe una pequeña
posibilidad de que esta basura espacial pueda precipitarse sobre el planeta
Tierra, convirtiéndose en proyectiles y causando graves daños. Además, estos
escombros pueden tardar años en descomponerse, por lo tanto, lo mejor es
recogerlos y tratarlos.
Se tiene previsto que, en los próximos cinco años, miles de satélites nuevos sean lanzados al espacio. En cabeza de las listas de fabricantes de aplicaciones para la industria se encuentran los robots de Japón y las nuevas tecnologías requieren de la infraestructura espacial, ya que las comunicaciones, internet y la logística dependen de los satélites. Por eso es recomendable que, antes de mandar los nuevos al espacio, se recojan los restos de los viejos.
Conquistar la Luna y Marte es una carrera internacional que parece no tener fin. Para lograrlo necesitan robots espaciales que sepan solventar las dificultades de dichos planetas. El robot Lemur es un rover explorador que ha sido diseñado para poder escalar paredes con amplia dificultad y probar en él diferentes tecnologías que los robots espaciales utilizarán próximamente en el Planeta Rojo.
Robot espacial Lemur de la Nasa escala paredes verticales
Lemer, que son las siglas de Limbed Excursion Mechanical
Utility Robot, es un dispositivo robotizado creado por los ingenieros del JPL
(Jet Propulsion Laboratory) de la Nasa para salvar las dificultades que se
encuentran los robots en sus misiones espaciales planetarias.
Cuando fue diseñado, tenía como objetivo realizar trabajos de mantenimiento en la Estación Espacial Internacional, aunque posteriormente ha sido adaptado para probar en él nuevas tecnología.
Los rover o astromóviles que habitualmente son enviados en misiones espaciales a la Luna o al Planeta Rojo, están adaptados para desplazarse de forma autónoma por muchos terrenos, sin embargo son incapaces de ascender por pendientes inclinadas y escarpadas. Por ello La Nasa invirtió en desarrollar robots que fuesen capaces de escalar por cualquier pared que se encontrasen en su camino.
Cómo es el robot explorador Lemur
Nuestro dispositivo es un robot cuadrúpedo que a pesar de llevar incorporada una tecnología altamente sofisticada, tiene unas dimensiones reducidas que le facilitan ascender por las paredes. Lleva incorporado un sistema de Inteligencia Artificial que le permite aprender a medida que entrena escalando montañas. Gracias al software que controla el algoritmo, es capaz de tomar decisiones por sí mismo para elegir el mejor movimiento o ruta por la que seguir la ascensión.
Se orienta gracias a un sistema denominado “Lidar”, que por medio de un radar que emite rayos láser, reconoce la superficie y su ubicación en el entorno, lo que le guía a la hora de elegir una ruta alternativa y desplazarse por la pendiente.
Lemur es capaz de ascender con tanta eficacia gracias a los cuatro brazos que dispone. A ellos hay que sumar los 16 dedos con los que cuenta cada brazo, mientras que en cada uno ellos lleva incorporadas decenas de ganchos a modo de anzuelo.
Un laboratorio andante
Otra de las particularidades de Lemur es que al igual que otros robots exploradores espaciales, dispone de un pequeño laboratorio capaz de realizar pruebas científicas mientras escala por la pared. En su última prueba a principios de 2019, la cual fue realizada en «Death Valley«, en California, nuestro robot escalador fue capaz de encontrar fósiles de algas que pertenecían a hace más de 500 millones de años, concretamente a cuando el valle estuvo inundado.
Presente y futuro de Lemur
Esa fue su última ascensión, ya que el proyecto Lemor fue
dado por concluido a mediados de 2019. Sin embargo su huella permanecerá
perenne por mucho tiempo, ya que la tecnología que crearon para él, ha sido
incorporada a las nuevas generaciones de robots del JPL.
Sus asombrosas garras robóticas han sido incorporadas a proyectos como IceWorn, que es un gusano de hielo destinado a escalar glaciares y realizar allí proyectos de investigación. El robot RoboSimian lleva incorporadas en sus cuatro patas el mismo sistema, del mismo modo que Underwater Gripper, un robot que explora los fondos marinos. Parece ser que en el proyecto Mars 2020 creado por la NASA, habrá un pequeño helicóptero que tendrá incorporada la tecnología de agarre del robot Lemur.
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